Adios... Viejo Lobo de Mar
Tal como se esperaba, la muerte de Leocán Portus, quien hasta hace poco ostentara el cargo de alcalde de Talcahuano, no dejó a nadie indiferente. Miles de personas arribaron hasta el gimnasio La Tortuga para acompañar a la familia Portus. Y es que nadie quería perder la oportunidad de despedir y acompañar hasta el cementerio número uno de la ciudad a quien se convirtiera en su último gran líder, con más de medio siglo al servicio de la comuna puerto.
Luego de la ceremonia religiosa el cortejo fúnebre se dirigió al municipio chorero, lugar que cobijó al querido Leocán por varias décadas. En el lugar un homenaje póstumo provocó que muchos derramaran más de una lágrima. Vecinos, amigos y autoridades acompañaron en todo momento el cuerpo del octogenario alcalde en lo que fue su último andar por su querido Talcahuano.
Sin embargo y pese a la irreparable pérdida sus más cercanos se dieron tiempo para agradecer todos quienes mostraron su cariño a las 27 cuadras que repletas de gente hacían más emocionante aún esta despedida. Tristeza, orgullo y tranquilidad eran tres palabras que caminaban de la mano en las mentes y corazones de la familia Portus. Conversando con ellos me aseguraron que se encuentran tranquilos y felices por todo lo que significó Leocán Portus tanto para el país como para Talcahuano.
Y que si bien ha muerto el hombre, nace el legado en la figura de quien llegara a la edad de 19 años a la comuna puerto para desempeñarse como pescador artensanal y luego ingresar a la vida política a manos de la Democracia Cristiana para entregarse por completo por su querido pueblo.
83 años de vida que dieron cuenta de períodos alcaldicios, de regidor, de pertenecer a la dirigencia de la pesca artesanal, de ser uno más de los Hemanos de la Costa y de convertirse en un ícono de la democracia cristiana. Recuerdos que quedarán grabados en la memoria de todos quienes compartieron junto a él y que hoy le dicen… hasta siempre querido Viejo Lobo de Mar
Luego de la ceremonia religiosa el cortejo fúnebre se dirigió al municipio chorero, lugar que cobijó al querido Leocán por varias décadas. En el lugar un homenaje póstumo provocó que muchos derramaran más de una lágrima. Vecinos, amigos y autoridades acompañaron en todo momento el cuerpo del octogenario alcalde en lo que fue su último andar por su querido Talcahuano.
Sin embargo y pese a la irreparable pérdida sus más cercanos se dieron tiempo para agradecer todos quienes mostraron su cariño a las 27 cuadras que repletas de gente hacían más emocionante aún esta despedida. Tristeza, orgullo y tranquilidad eran tres palabras que caminaban de la mano en las mentes y corazones de la familia Portus. Conversando con ellos me aseguraron que se encuentran tranquilos y felices por todo lo que significó Leocán Portus tanto para el país como para Talcahuano.
Y que si bien ha muerto el hombre, nace el legado en la figura de quien llegara a la edad de 19 años a la comuna puerto para desempeñarse como pescador artensanal y luego ingresar a la vida política a manos de la Democracia Cristiana para entregarse por completo por su querido pueblo.
83 años de vida que dieron cuenta de períodos alcaldicios, de regidor, de pertenecer a la dirigencia de la pesca artesanal, de ser uno más de los Hemanos de la Costa y de convertirse en un ícono de la democracia cristiana. Recuerdos que quedarán grabados en la memoria de todos quienes compartieron junto a él y que hoy le dicen… hasta siempre querido Viejo Lobo de Mar